Esa es una de las preguntas que las madres madres repiten más a menudo a su dentista cuando van a la consulta.
Algunos profesionales opinan que es mejor esperar a que todos o casi todos los dientes de leche hayan hecho su aparición en boca. Eso sucede alrededor de los tres años de edad. Sin embargo, resulta mucho más útil y práctico llevar al bebé a su primera revisión antes.
Desde mi punto de vista, es recomendable llevar a los niños por primera vez al dentista cuando comienzan a salirle los dientes. Alrededor del año de edad sería lo ideal.
Por lo general los incisivos temporales (de leche), tanto superiores como inferiores, suelen haber erupcionado por completo a los 12-14 meses de edad. De este modo, podríamos comprobar si existe algún tipo de afección temprana como caries -de biberón o rampantes-, hipoplasias del esmalte, malposiciones, ausencias o malformaciones dentarias.
Aunque casi lo más importante de esa primera visita no es tanto revisar el estado de salud bucal del bebé, sino más bien que el pequeño comience a familiarizarse con el doctor, el gabinete, el equipo auxiliar. Y así, en visitas posteriores, podremos conseguir que desaparezca el miedo al dentista tan típico de los niños... y de los no tan niños.
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