¿Por qué es bueno el Flúor para los dientes?

Desde hace tiempo es muy común escuchar en la publicidad de dentífricos o colutorios (enjuagues) que contienen flúor, y que eso es bueno para impedir la formación de caries. Seguramente, mucha gente se preguntará: ¿eso es cierto?. Y, de ser así, ¿por qué?

Vamos a comenzar despejando la primera duda: SÍ. El flúor en cantidades moderadas es beneficioso para los dientes y fortalece el esmalte.

Ahora vamos a la siguiente pregunta: ¿por qué?

En primer lugar, hay que explicar de qué está formado el esmalte dental. El esmalte es la capa externa y más dura de la corona de los dientes (la parte "que se ve"). Y se encuentra formado por cristales de hidroxiapatita.
La hidroxiapatita está formada por fosfato de calcio en modo cristalino. Los ataques ácidos de las bacterias sobre ella hacen que se desmineralice y pierda la estructura cristalina, debilitándola.

Cuando el flúor entra en contacto con el esmalte, reemplaza los iones hidróxilos de la hidroxiapatita y los transforma en fluorapatita. Los cristales de fluorapatita formados son más estables y resisten mejor los ataques ácidos de las bacterias que los de la hidroxiapatita.

Pero la acción beneficiosa del flúor no queda únicamente en endurecer el esmalte. El flúor también ataca a las bacterias, ya que tiene efecto tóxico sobre ellas e inhibe parcialmente su producción de ácidos.

Sin embargo, como casi siempre, los excesos son malos. Y un exceso de flúor, sobre todo si se ingiere, puede tener un efecto tóxico en el organismo y efectos perjudiciales en los dientes.
Cuando el flúor es ingerido por niños que tienen dientes con el esmalte en formación (si existe un exceso de fluór en el agua, por ejemplo), se puede producir una maduración defectuosa del esmalte y la aparición de manchas o motas en el mismo. Es a lo que se conoce como fluorosis.

Así que hay que ser precavidos. Es bueno usar colutorios fluorados, para fortalecer el esmalte de los dientes, pero sin abusar.